Descuento Estudiantes Ikea Mayo 2024

Me entregaron un sofa de menos. Lo he reclamadoy me lo devuelven en pocos dias.Muy atentos Gracias

La experiencia de compra es muy buena, pero la calidad de los productos no tanto

He ido a Ikea a por unas cajas y aunque no tenían el color que quería, están bien.

Ikea es, de lejos, una de mis tiendas favoritas. Comprar online y offline es toda una experiencia. La llegada anual del nuevo catálogo se vive en mi casa como un acontecimiento porque no solo me gusta a mí comprar en Ikea, también es un plan muy apetecible para mis hijos y mi marido. Normalmente, planeo todas mis compras con ayuda del catálogo en papel y visitando la web. Además, en la web puedes acceder a los catálogos por secciones, tipo Ikea cocinas, baños, etc. Lo de planear las compras lo tengo casi como una obligación para que después no se nos salga demasiado de presupuesto la visita. Porque comprar, lo que se dice comprar, es algo que la familia al completo prefiere hacer en la tienda física. Vamos de compras a Ikea, casi siempre, los sábados, aunque algunas veces mi marido tiene libre los viernes y optamos por ese día. En todos los casos, vamos temprano, para mirar todo con calma y aprovechar bien el día. Es casi como ir de excursión. De hecho, un momento sumamente importante en nuestra visita a Ikea es el paso por el restaurante. Casi obligado ir a comer y que alguien pida un plato de albóndigas suecas, que están riquísimas y vienen acompañadas por las patatas, la salsa y la mermelada de arándanos. Si es viernes, aún más, que encima tienen precio rebajado. Aunque, en mi caso, mi debilidad en el restaurante de Ikea es, últimamente, la lasaña de salmón. En cuanto a las compras en sí, hemos descubierto que es una experiencia que nos une como familia. Nos reunimos a decidir qué comprar, vamos juntos a adquirir los productos y luego nos tomamos el domingo como día de “hágalo usted mismo” y montamos, entre todos, los muebles que compramos el día anterior. Ikea es una excusa perfecta para estar en familia.

Romperé una lanza a favor de los trabajadores. Desde que soy clienta de IKEA, con lo único que no puedo tener queja es con las personas que trabajan ahí. He leido muchas opiniones negativas, yo no he tenido malas experiencias, pero creo que todos los fallos suelen derivar de los procesos de la empresa, no de la calidad de su personal.

En cuánto a muebles, vajillas y decoración de la casa me gusta mucho. Casi siempre es de las primeras que veo el catálogo que tienen cuando necesito algo relacionado con esto.

He tenido una muy buena experiencia comprando en Ikea, la calidad y el precio son excelentes, puedes hacer mucho con tan poco, lamentablemente no tengo un Ikea en el área donde vivo, pero aprovecho cada oportunidad que viajo a Houston o Dallas para traerme mi camioneta llena de cosas que no sabia que necesitaba (risas).

Excelente relación calidad-precio. Muy organizados en su app italiana. Los productos, aunque no son de altísima calidad, son elegantes y funcionales.

Muy buena tienda para comprar muebles baratos, esperemos que duren

Ikea es, de lejos, una de mis tiendas favoritas. Comprar online y offline es toda una experiencia. La llegada anual del nuevo catálogo se vive en mi casa como un acontecimiento porque no solo me gusta a mí comprar en Ikea, también es un plan muy apetecible para mis hijos y mi marido. Normalmente, planeo todas mis compras con ayuda del catálogo en papel y visitando la web. Además, en la web puedes acceder a los catálogos por secciones, tipo Ikea cocinas, baños, etc. Lo de planear las compras lo tengo casi como una obligación para que después no se nos salga demasiado de presupuesto la visita. Porque comprar, lo que se dice comprar, es algo que la familia al completo prefiere hacer en la tienda física. Vamos de compras a Ikea, casi siempre, los sábados, aunque algunas veces mi marido tiene libre los viernes y optamos por ese día. En todos los casos, vamos temprano, para mirar todo con calma y aprovechar bien el día. Es casi como ir de excursión. De hecho, un momento sumamente importante en nuestra visita a Ikea es el paso por el restaurante. Casi obligado ir a comer y que alguien pida un plato de albóndigas suecas, que están riquísimas y vienen acompañadas por las patatas, la salsa y la mermelada de arándanos. Si es viernes, aún más, que encima tienen precio rebajado. Aunque, en mi caso, mi debilidad en el restaurante de Ikea es, últimamente, la lasaña de salmón. En cuanto a las compras en sí, hemos descubierto que es una experiencia que nos une como familia. Nos reunimos a decidir qué comprar, vamos juntos a adquirir los productos y luego nos tomamos el domingo como día de “hágalo usted mismo” y montamos, entre todos, los muebles que compramos el día anterior. Ikea es una excusa perfecta para estar en familia.